Galletas decoradas en forma de chupetín, alfajorcitos de maicena, chupetines de torta de chocolate, budín de banana con chocolate blanco y unos sandwichitos de jamón y queso para equilibrar lo dulce son los componentes de una merienda para un cumpleaños otoñal.
En Abril el otoño asoma, el sol se pone mas tibio y el paisaje cambia notablemente inaugurando otra paleta de colores. Amarillos, marrones, rojizos, ocres y dorados nos pintan una nuevo escenario que me resulta particularmente inspirador. El verano parece apartarnos lo suficiente como para que el otoño se nos presente en algún punto como algo novedoso, que recordamos sí, pero que volvemos a experimentar y en ello radica la novedad. Otro marco, ciclos que comienzan y otros que terminan denotan un movimiento que en muchos casos se hace amigo de la creación. En esta ocasión el protagonista es un cajón de uvas reciclado, uno de las últimas camadas ya que en abril termina la temporada de esta fruta que resulta tan refrescante durante los meses de calor. El color elegido fue el rosa viejo combinado con un pachwork floral y vintage que le dio un toque romántico.